Conoce a Zuzi y Jan, blogueros gastrónomos amantes de la cocina y miembros de IntercambioCasas.com, que escriben en su blog TasteOfPrague.com. Estiman que la mejor manera de descubrir una cultura es probando su comida y viviendo como los locales.
Nos encanta viajar. Viviendo en**Praga**, una ciudad con maravillosas vistas, pocas veces hacemos visitas turísticas cuando viajamos. En cambio, viajamos para la gastronomía, nuestra pasión. Nos gusta probar los productos locales y de temporada. En nuestros viajes, preferimos apartarnos de la multitud: queremos hacer lo que hacen los lugareños, aprender sobre su vida y su cultura. Y todo ello mediante lo que comen.
Por eso nos gusta intercambiar nuestra casa con otros viajeros, y no es por el tema del ahorro económico. Es para alojarse en una zona residencial, comprar en la tienda de alimentación del barrio, tomar el desayuno con los locales y más tarde compartir una mesa con ellos en un popular gastropub o vinoteca.
También intentamos reflejar este estilo de viajar en los tours gastronómicos que organizamos en Praga. Tratamos a los participantes como si se alojaran en nuestra propia casa. ¿Cómo vive la gente en Praga? ¿A dónde van los gourmets locales cuando quieren regalarse algo especial, y qué piden? ¿De qué forma la comida refleja la sociedad actual?
Porque eso es lo que somos, a fin de cuentas, ya sea como guía gastronómico local o como gente que se registra en IntercambioCasas.com para abrir su casa a extranjeros: somos los embajadores de nuestras ciudades, revelando a nuestros huéspedes quienes somos realmente y cómo vivimos de verdad.
Por ello nos gustan tanto los intercambios no simultáneos. Nos permiten conocer a nuestros partners de intercambio y ser su guía, hacerles descubrir nuestro mundo. Les mostramos la mejor manera de disfrutar de la ciudad, dónde comer, qué ver y mucho más, lo que nos permite hacernos amigos en el proceso.
Y luego te devuelven el favor, como fue el caso en la Costa Oeste de Estados Unidos en noviembre del año pasado. Mientras tomábamos café con Amy en Portland, Oregón, o visitábamos un antro urbano con Harriet y Alex en San Francisco, o tomábamos hamburguesas con Suzanne y Kevin en Camarillo, nos sentíamos como locales, compartiendo su comida y descubriendo cómo viven. Y esto es lo que significa viajar con sentido, al menos para nosotros.
